Es una pregunta que en muchas maneras desde niños nos preguntamos y que muchas veces es un pesar reflexionar en ello cuando somos adultos, y es que son tantas los tiempos de bonanza y las desventuras que no planeamos y vienen como una brisa inadvertida de golpe que al parecer nunca estamos preparados para hacerle frente, ante ello nos preguntamos
¿Será que todo esta escrito?
En cierta forma si, cuando creemos que no existimos por casualidad y que somos creación de un Dios inteligente, tenemos certeza y paz que existe un destino perfecto hacia donde Él quiere llevarnos, un destino trazado y sellado con su firma en que nosotros participamos, nos equivocamos, nos esforzamos, caemos, lloramos, reimos. Sentimientos y luchas que al sentirlos tras los años vividos, veremos que nuestras metas y sueños contrastan algunas veces con nuestra realidad.
En ocasiones hay un sin sabor que nos hace pensar que todos nuestros planes no se cumplen y que van en contra del destino… pero piensa un momento, si el destino solo fuera algo sin sentido sin una causalidad inteligente y orquestada por un Dios real y omnisciente, estaríamos abrumados, perdidos, derrotados, sin esperanza porque todo seria una suerte, sin importar nuestras acciones, nuestra vida seria llevada como una hoja en el viento y que al final se muere sin mas.
Contrario a Dios, El tiene un propósito claro y universal que cumple con todos aquellos que se acercan a El, y eso es preservar nuestras almas, en cambio a nuestro pensamiento le apetece mas lograr nuestros propósitos y metas a veces insinuados por otros y que dichas metas aunque no lo sepamos, muchas veces van en contra del propósito de Dios, que es preservarnos y apartarnos para cumplir sus promesas que se acercan mas a su cumplimiento, observa la humanidad, al mundo esta agitado cada vez mas, pareciera que la esperanza es una palabra tan vacia como el destino y la suerte que pretendemos vaya a nuestro favor como por arte de magia o como fruto de nuestro esfuerzo que es limitado como nuestras fuerzas.
Sin embargo debemos estar seguros que lo que sembramos en bien ante Dios, El dará cosecha abundante en aquello que nos edifique, en todo aquello que transforme nuestros pensamientos y corazónes será prospero ya que abona para el buen destino que Dios nos ha trazado y que también alegra y alivia nuestros corazones. Pensemos un momento
¿Por que habrá de Dios dar a los hombres aquello que destruya sus almas? ¿Por que habremos de esforzarnos en lo incierto? En lugar de ello, conozcamos su voluntad y caminemos en ella.
A lo largo de mi vida, he experimentado sin Dios y con Dios, los vaivenes de la vida y puedo asegurarte que sin El, todo mi esfuerzo se convertía en pena, en una carga pesada, pero ahora en Él, toda mi esperanza se convierte en su propósito y la duda ha sido quitada de mi mente y ahora solo ha quedado la dulce espera de ver las sorpresas que en todo tiempo El me muestra para encaminarme mas hacia donde me conviene, mas cerca de Él, por ello:
Dichosos aquellos que confían en Dios, dichosos quienes se esfuerzan en hacer lo justo, en obedecer le, porque ciertamente Dios verá sus obras y aunque por un momento haya tristeza El cambiará todo eso por gozo y verán al final el glorioso destino que aunque por hoy supera en cierta forma a nuestra comprensión, un dia veremos ese regalo eterno que por un hombre, Jesús el hijo de Dios, cumpliendo su destino para nuestra redención ahora nos permite alcanzar su favor y gracia.
Cristo por amor hizo lo impensable por nosotros, resta que le busquemos y encontraremos el dichoso destino que tanto anhelamos caminar y que solo Él puede hacer realidad.
Salmo 139:16-17
16-Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que luego fueron formadas, sin faltar una de ellas. 17-¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!
Busca a Dios y nunca vivirás al azar.
Dios te Bendiga.