Parte 2
Cuando pensamos hoy en dia, cuantas veces Dios por su misericordia nos ha salvado, como nos ha sustentado de maneras milagrosas, me hace recordar que sus bondades deben provocar en nosotros un corazón que crea en él, y podamos así, ver por sobre lo material, su majestad y su gloria eterna, esa gloria que verán los que andan hoy en sus caminos, los que no se avergüenzan de él, quienes le estiman mayor y mejor que a sus propias vidas y a los deleites que ofrece el mundo.
El Señor Jesús en cuanto a la importancia de creer en él, les declaro a quienes le escuchaban en la sinagoga, que incluso el Mana que cayó del Cielo, con que alimento a Israel, era poco, en comparación al Pan que Dios envió de los Cielos para dar vida a los hombres, haciéndome pensar en lo que Jesús quízo decir, pienso en la fragilidad de nuestra vida, de cuantas veces Dios nos ha salvado de muchos peligros, así como Dios salvo a su pueblo de la esclavitud de Egipto, así hoy el desea darte libertad para que puedas andar en sus caminos y gozarte.
Pero como ser libres para Dios, en medio de una pandemia, presos de tanta mentira, tanta mala noticia, alejados de Dios, y sin embargo, con un deseo profundo de salvar nuestra vida, pero contradictoriamente a nuestro miedo, despreciamos el mensaje del Señor Jesús, que nos anuncia: su deseo de salvar nuestra alma eternamente.
Hoy permaneciendo en casa, doy gracias a Dios por tener un techo a donde dormir, le agradezco porque en medio de la escases, su pan no ha faltado, le doy gracias, porque me hace comprender, que en Cristo, la vida tiene un valor eterno, me hace reflexionar, que aunque Dios nos libre de esta crisis, en que aprovechara a nuestra vida, si nuestro deseo de que termine esta crisis, es solo para volver a los placeres del mundo, ¿en que nos aprovecha, si tan solo nos afanamos en nuestros planes y con ello le rechazamos a él ?, ¿En que te aprovecha ignorar sus palabras si con ello te condenas?, ¿Que ganaras con aquellos proyectos que te hacen despreciar a Dios?, ¿Que alcanzamos con llegar a la meta que el mundo nos ofrece, y despreciamos por ello el llamado que Dios nos hace para llegar a su presencia?, quizás es tiempo de reflexionar, y recordar como aquellos hombres en la barca que en medio de la tempestad, se alegraron al reconocerlo a él sobre las aguas y confiemos que el va con nosotros y aprovechemos para tener una verdadera comunión con el
Al recordar cuantas veces Jesús vino a mi encuentro para hacerme ver mi realidad, pienso en las ocasiones que no escuche, en sus palabras que ignore por largo tiempo, haciendo reflexionar en cuantas veces El Señor, le sigue declarando a muchos hoy, así como lo hace contigo en esta hora, como lo hizo con sus seguidores: que solo en él hay vida eterna, que sin él están perdidos, me entristece, que muchos de sus discípulos molestos por no ver a Jesús decir las palabras que ellos querían oír para satisfacer sus propios deseos le dijeron: dura es tu palabra, quien la puede oír?, lo que significa literalmente, quien la quiere aceptar ?. Deseo de corazón tú la aceptes y reconozcas que necesitas de Jesús para salvar tu alma, no solo tu vida.
Pero cuanta es la misericordia de Dios, que sin importar la mala actitud y respuesta de sus seguidores y sabiendo que aún muchos murmuraban de él, les exhorta diciéndoles, ¿esto les ofende?, ¿les molesta mi verdad que busca salvar su alma?, mas deberíamos reflexionar, por lo que el declaro: ¿Que diremos, cuando le veamos a él en los Cielos nuevamente, en su trono en el dia del juicio? Que le argumentaremos si aún al ver sus misericordias por nosotros, le rechazamos?,
¿Por qué no mejor agradecer al Señor por su sinceridad, por sus palabras que buscan salvarnos? Porque vivimos como si deseamos que llegue el dia en que estemos delante del Señor para reconocer que nos equivocamos? Será tarde, en ese momento nos daremos cuenta que de nada aprovecho vivir para nosotros mismos, que fue en vano todo logro humano, nuestro orgullo, toda ciencia, el falso humanismo que intenta hacernos justos por nuestros propios méritos ante el mundo, pero a la verdad nunca ante Dios, nada de esto salvará nuestra alma, será tarde para comprender, que solamente Jesús y sus palabras daban vida eterna.
Mas cuanta es la paciencia de Jesús, que aún sabiendo que entre sus discípulos, a quienes el mismo eligió… y como hoy muchos lo saben, se encontraba con ellos Judas, quien lo traiciono por 30 piezas de plata. Sin importar la traición, Jesús continuo recordándoles que por la misericordia de Dios, ellos han sido alcanzados, y hoy el Señor nos recuerda, así como toco la vida de esos hombres, Jesús sigue tocándonos y buscando tu alma y te dice, que él tiene el poder para alcanzarte y salvarte, pero te recuerdo: también satanás puede convencerte de rechazar a Jesús, tal como lo hizo con judas, quien a pesar de haber caminado con el Señor, perdió su alma por unas monedas de plata, Quiero que sepas lo siguiente: aunque muchas le hayas fallado al Señor, el aún espera por ti, el desea salvarte.
Tras las palabras de Jesús, muchos de sus discípulos se apartaron de él, lamentablemente sus propios deseos personales, les impedía ver que los anhelos del Señor son perfectos, mayores y eternos, advirtiéndonos con esto, que no despreciemos su palabra ni su misericordia, solo por dar gusto a los deseos de nuestra carne.
El Señor, conociendo que nuestro corazón pecaminoso, muchas veces nos impide ver con claridad, nos pregunta claramente, tal como pregunto a esos 12 hombres que a pesar de no comprender todo lo que él les decía, le habían seguido por fe:
¿Ustedes también se apartarán de mí?
Mas Pedro reconociendo en su corazón quien era Jesús, habla por él y en nombre de los doce y exclama ¿A quién iremos si solo tú tienes palabras de vida? Si tú eres Cristo, el hijo del Dios viviente, ¿A quién iremos si solo en ti hay esperanza?, ¿A quién iremos, si nuestra vida te pertenece?, ¿A quién iremos si aunque nuestra vida se salve, solo tú puedes salvar nuestra alma eternamente?
¿Ahora que sabes que en El Señor esta la vida, él te pregunta, a quien iras?
Piensa en esto, vivimos dias de incertidumbre, nuestra vida esta escondida entre cuatro paredes, ¿A dónde podemos ir?
Demos gracias al Señor, pues nuestra esperanza no depende de ir a un lugar, más bien depende de que Jesús venga a nuestro corazón y haga de él su morada. Así como Pedro declaro por sí mismo y en fe por todos los discípulos, que solamente en Jesús hay palabras de vida, así también en tu corazón está reconocer y declarar con tu boca, por ti y animar a los que amas, diciéndoles que solo en Dios hay esperanza.
Rinde tu vida a Cristo, solo él puede perdonar tus pecados, recuerda solo él ha vencido a la muerte, solamente él quitara tus dudas, tus temores, el sanara tu corazón, su amor perfecto te llenara, sus palabras te consolaran. Abre tu corazón al Señor, y será llenado por su presencia, su santo espíritu te dará la paz que el mundo no puede, ve a Cristo hoy, solo en el hay palabras de vida eterna.